sábado, 25 de abril de 2009
7) contravientos
viernes, 3 de abril de 2009
6) un marinero cualquiera desvariando en medio del insomnio
este engendro ermitaño,
este espectro dolor de muelas,
este arrodillarse sin estufas,
este Eielson sin saberse desconocido,
sin que sepan que cada nudo es un grito,
un grito desesperado,
y cada vez que escucho tu nombre,
lo escucho como lápida,
como tierra sobre hueso,
como dulce,
como saltamontes sobre esa cuerda subalterna,
sobre ese campo minado del que nadie sabe nada,
en el que la gente salta, rie, y hasta estornuda,
sí, y estornudan,
como si sólo allá hubiera frio…
… acá también,
un frio que duele, que quema,
que pone punto, que hace la fila, que se queja.
y no me jodas para nada, nada que no sea tú o yó (con tilde) o tenedor o sálvese quién pueda y no me digas nada porque yo también sé gritar y decir y mentir, esa maravilla eclesiástica.
y tu nombre me sigue sabiendo a lápida, a gusana entusiasta, a arbolito, ha pared.
martes, 24 de febrero de 2009
sábado, 31 de enero de 2009
5) extra!!! fotografía de tripulante antes de saltar...!

viernes, 30 de enero de 2009
4) una baja en la tripulación
lunes, 19 de enero de 2009
3) Pequeño Polizonte
es como si despertaras un día a bordo de un gran sueño y en tu barcaza de madera un pequeño te limpiara los cristales de los ojos, pensando que eres un náufrago de aquéllos, de mareas y ropas raídas, que sueña con puertos y bienvenidas con vino y tabacos y semáforos y “señora buenas tardes” y “disculpa” y “mejor mañana” y “adiós, ojalá algún día nos volvamos a ver”.
es como si te limpiaran los vidrios de los ventanas y ese pequeño que te despertó a la maravilla te asombre nuevamente e inventa viajes similares y maniobras evasivas y nudos y alza de banderas y, de pronto, cuando el viento sopla bruscamente te dice, inesperadamente, “papá, creo que el viento se ha enojado conmigo”.
“eres un polizonte” le digo en silencio, despacito, casi como un susurro, vaya a ser el que el ruido de la ciudad se vaya a molestar conmigo, y sigo caminando, entre las tiendas de libros que nadie lee y las palomas grises y hambrientas y las iglesias sin curas del centro de lima.
y me siento el único tripulante de este barco ¿pero si había alguien más aquí?, “eres un polizonte Adriano”, pienso nuevamente, te haz trepado a este viaje sin boleto de ida, sin permiso, sin saber siquiera dónde te llevará este barco. Adriano, que es mi hijo y sólo sabe sonreír (al menos hasta que siga creciendo y se de cuenta que las fábulas son fábulas, y que uno más uno a veces no es dos, ni dar es dar, ni papá Noel y diecinueve por ciento de impuestos tributarios).
sería bueno entonces no bajar al polizonte, cobijarlo como se merece y hacerlo comprar un libro, así no sepa leer, así no sepa que dos más dos son tres.
martes, 6 de enero de 2009
2) todo es un viaje
considerando en frío, imparcialmente, que el hombre se afeita, fuma y se traslada. que viaja, grita, fabrica innecesarias anclas, sufre, llora, y hasta piensa (sólo a veces). que ignora que todo es un viaje, que todo es mentira y nada es cierto, considerando que deambulamos por las calles como si nos persiguiera un ladrón, un recolector de naufragios, un coleccionista de rutas. considerando entonces que todo es un viaje, un tránsito, sólo nos queda empacar las maletas y la merienda, dicen que hay dragones bicéfalos a media mañana en el horizonte, no les creas (así sea cierto), sólo vociferan los que no saben andar, los que han olvidado caminar.
considerando entonces que todo es un camino y todas las señales de tránsito son falsas o creen ser verdaderas, debemos tomar en cuenta que no siempre los atajos pueden rescatarnos, ¿Porque si todo es un viaje para qué buscar el final?
todo es un viaje, un laberinto de evocaciones, de traslados, de migraciones generales. sí señor, ignoras acaso que andas todo el día viajando?, alimentando tu bitácora de vuelo, repasando tus caminos.
considerando entonces, que Dalí es un viaje a la locura,
todo es un viaje, una tarde de ebriedad y carcajadas con los amigos en el Queirolo, un cigarrillo a media mañana, una noche de excesos en el Tizón, todo es un largo viaje suculento, una canción de Bunbury cuando ya todo es suficiente y uno se podría morir perfectamente, como cuando llegan a dos tus dos maletas, como cuando le robas un par de versos a Vallejito, un par de frases absolutas, un par de verdades suficientes.
todo es un viaje, así confíes en tus anclas, así pienses que estás dormido… "no voy por el camino porque lo seguro no tiene misterio" - cantaba Facundo una noche (y la gente le creía).